Solución avanzada para casos de gran pérdida ósea.
Los implantes dentales zigomáticos representan una alternativa eficaz y segura para pacientes que han perdido una cantidad significativa de hueso en la zona maxilar y no pueden colocarse implantes convencionales. Esta técnica avanzada permite rehabilitar de forma fija la sonrisa sin necesidad de injertos óseos, ofreciendo resultados funcionales y estéticos a largo plazo.
En nuestra clínica dental en Madrid, contamos con especialistas en implantología avanzada con experiencia en este tipo de tratamientos complejos. A continuación, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre los implantes zigomáticos.
Los implantes zigomáticos son un tipo especial de implante dental que se ancla directamente al hueso cigomático (pómulo), en lugar del hueso maxilar, como ocurre con los implantes convencionales. Esta técnica fue desarrollada para aquellos pacientes que han sufrido una reabsorción ósea severa y no pueden colocarse implantes tradicionales debido a la falta de soporte óseo en la parte superior de la boca.
Antes de realizar el tratamiento con implantes zigomáticos, es imprescindible realizar un estudio detallado mediante radiografías digitales en 3D (TAC) y escaneado intraoral. Esto permite al especialista valorar la calidad del hueso cigomático y planificar con precisión la colocación de los implantes, asegurando su estabilidad y orientación adecuada.
La intervención se realiza habitualmente bajo sedación consciente o anestesia general, dependiendo del caso y de la preferencia del paciente. A través de una técnica mínimamente invasiva, se colocan de uno a dos implantes largos que se fijan directamente al hueso del pómulo. En muchos casos, es posible realizar una carga inmediata, es decir, colocar una prótesis provisional fija el mismo día de la intervención.
Tras la fase de cicatrización, que suele durar entre 4 y 6 meses, se sustituye la prótesis provisional por una definitiva, confeccionada a medida, que ofrece funcionalidad completa y una estética muy natural.
no es necesario realizar regeneración ósea, lo que reduce el tiempo y la complejidad del tratamiento.
Al no necesitar prótesis removibles temporales, el paciente experimenta mayor comodidad y confianza desde el principio.
Se reduce el número de visitas al dentista, ya que la prótesis provisional se coloca en la misma sesión o poco después de la cirugía.
La colocación inmediata de la prótesis estimula el hueso y los tejidos circundantes, lo que ayuda a evitar la pérdida ósea y a mantener una apariencia facial natural.
El coste de un tratamiento con implantes zigomáticos es superior al de los implantes convencionales, debido a la complejidad del procedimiento, la tecnología empleada y la necesidad de profesionales altamente cualificados.
En nuestra clínica en Madrid, realizamos un estudio personalizado y entregamos un presupuesto cerrado tras la primera visita. Además, ofrecemos financiación a medida, para que puedas acceder al tratamiento sin preocupaciones económicas.
Como en cualquier tratamiento quirúrgico, existen riesgos asociados, aunque en manos de un profesional con experiencia, las complicaciones son poco frecuentes. Entre los posibles efectos secundarios se encuentran:
Inflamación o molestias en los primeros días tras la cirugía.
Hematomas o leves sangrados.
Infecciones, que pueden prevenirse con una correcta higiene y medicación.
Posibilidad de fallos en la osteointegración, aunque es poco común.
Por eso, es fundamental que este tratamiento lo lleve a cabo un cirujano maxilofacial o implantólogo especializado en implantes zigomáticos, con experiencia contrastada en este tipo de procedimientos.
Y visítenos para que podamos estudiar su caso y ofrecerle la mejor solución posible.